Begurenses ilustres. Carmen Amaya
Al noreste del pueblo, dentro del casco urbano, pero ya lindando con el bosque, justo donde arranca el camino de Aiguafreda se encuentra una de las construcciones más emblemáticas de Begur.
Mas d’en Pinc destaca en el paisaje urbano por su torre, construida en el siglo XVII para vigilar las incursiones de los piratas, que todavía luce perfectamente conservada. Es una masía tradicional, rodeada de un jardín botánico y que, sobretodo, simboliza una historia de amor entre Begur y una de sus artistas flamencas más carismáticas de Siglo XIX.
Desde la chabola a Mas d’en Pinc, después de recorrer el mundo
Carmen nació hacia 1918 en El Somorrostro, barrio de chabolas situado en la actual ubicación de las playas del Bogatell y la Nova Icària. Su padre, tocaor de guitarra conocido como El Chino, se ganaba la vida tocando en las tabernas de Barcelona.
Muy pronto Carmen ayudaba a su padre, bailando al compás de la guitarra. Así empezaba una carrera meteórica. Primero, en los pequeños teatros de Paralelo, donde fue descubierta por un avispado empresario, Josep Santpere, padre de la legendaria Mary Santpere.
Poco después ya encontramos a nuestra Bailaora en los escenarios de París, Buenos Aires, México… y, finalmente, llenando teatros en Nueva York, Los Ángeles, Washington y Sudáfrica.
Una bailaora en Begur
En 1961 Carmen Amaya ya era un mito del flamenco cuando su representante le mostró una fotografía de la masía que la enamoró. Inmediatamente, Carmen compró y acondicionó Mas d’en Pinc, que se convirtió en su refugio.
Pero su relación con nuestro pueblo no se limita a la masía. Desde el primer momento, Carmen se integró en la vida cotidiana de Begur, poniéndose al servicio de cualquier iniciativa que pudiera beneficiar a los vecinos.
Desafortunadamente, Carmen tenía una enfermedad crónica en los riñones. Dicen que su baile, apasionado y visceral hacía eliminar las toxinas y mantener la afección bajo control. Aún así, Carmen, ya nuestra vecina, se sentía cada vez más enferma y en 1963 interrumpió una de sus giras para volver a Begur, a su paraíso.
Su última actuación tuvo lugar aquí, en el viejo patio de la fábrica Forgas, en un acto para recaudar dinero para la iluminación del Castillo de Begur. Apenas bailo unos minutos. Poco después muere en Mas d’en Pinc rodeada de familiares y amigos.
El día anterior, Begur la declaró hija adoptiva del pueblo y bautizó como Paseo de Carmen Amaya la calle que subía a la Masía.
Mas d’en Pinc, hoy
Mas d’en Pinc es uno de los rincones con más encanto de Begur. Propiedad del ayuntamiento desde 1965, actualmente la masía es un espacio abierto al público, con un pequeño museo-homenaje a la bailaora y otras dependencias municipales. El jardín que rodea es a menudo el escenario de actividades culturales y, sobre todo, un lugar privilegiado entre los atractivos del pueblo.
Ahora que ya llega el buen tiempo te invitamos a visitarnos. Begur tiene muchos encantos que descubrir. Y en el Restaurante Costa Brava os esperamos, como siempre, para que disfrutéis de una comida ampurdanesa con nuestros arroces y platos marineros.